martes, 23 de febrero de 2016

Trigo sarraceno con verduras

Hoy toca receta express, sobre todo por lo rápido que es preparar todos los ingredientes, y también su elaboración. 

El principal ingrediente es el trigo sarraceno, que aunque se considera un cereal realmente no lo es, ya que aunque tiene características similares, no pertenece a la familia de la gramíneas sino a las poligonáceas.

Esta planta se considera la "reina de la proteína vegetal" debido a su alto contenido en proteínas y a su gran disponibilidad (se calcula que podemos asimilar el 70 %). 

No contiene gluten y por ello es ideal en dietas para los celíacos.

Su contenido en vitaminas del grupo B junto con su aporte de hierro lo convierten en un buen aliado contra la anemia. 

Es un alimento energético y nutritivo. Ideal en países fríos o en invierno y es muy conveniente para personas mayores, niños y convalecientes. No se recomienda tomarlo por la noche en gran cantidad ya que aunque no es excitante da mucha energía.

Ingredientes:
4 arbolitos de brocoli y/o coliflor
3 alcachofas
1 puerro
1 cebolla
1 vaso de trigo sarraceno lavado

Elaboración:
Esta receta es muy fácil, separamos los arbolitos del brócoli y la coliflor, preparamos las alcachofas quitando las hojas más duras y la punta y troceando en sectores finos, cortamos la cebolla en juliana y el puerro en rodajas finas.

Saltear las verduras con un poquito de aceite de sésamo u oliva.
Añadir el trigo sarraceno a la cazuela con las verduras, tostarlo un poco y cubrir con 2 vasos de agua. 
Y cocinar a fuego lento, hasta que haya consumido el agua, que aproximadamente será 20-25 minutos.
Y ya tan solo nos queda ponernos cuchara en mano a comer, que aproveche!!




"Me lo explicaron y lo olvidé. Lo vi y lo entendí. Lo hice y lo aprendí"- Confucio.






lunes, 15 de febrero de 2016

Falafel


El falafel es un plato tradicional de la cocina de Medio Oriente, se desconoce su verdadero origen, unos dicen que está en la India, otros que fueron los antiguos egipcios… pero lo cierto es que se trata de un plato cada vez más elaborado en las cocinas de todo el mundo.
Es una especie de croqueta o albóndiga de legumbres especiadas, generalmente de habas y de garbanzos. Hay variantes en la elaboración del falafel según el país en el que se haga, la variante egipcia se elabora con habas, mientras que el falafel de Oriente Medio suele mezclar habas y garbanzos.

Tradicionalmente se sirve con salsa de yogur (yogur, aceite de oliva, ajo muy picado, zumo de limón y, menta fresca picada y sal), humus o tahin, como entrante.

Hoy en día los falafel se pueden comprar en la sección de refrigerados en muchos supermercados y otros establecimientos comerciales pero es muy fácil de elaborar en casa, como veréis a continuación.

En lo que respecta a las propiedades nutricionales del falafel, dado que el principal ingrediente son los garbanzos, comentamos las más destacables de éstos:

Proteínas: el garbanzo es una legumbre rica en proteínas, contiene alrededor del 20% de proteína aunque, al igual que todas las legumbres, carece de algunos aminoácidos esenciales. Por eso, siempre es una buena idea consumir las legumbres junto con cereales como el arroz integral o el trigo sarraceno, que contienen los aminoácidos esenciales que le faltan a las legumbres. 

Fibra: todas las legumbres son ricas en fibra, un tipo de hidrato de carbono que el cuerpo no puede metabolizar y que, por lo tanto, atraviesa el intestino arrastrando con ella todo tipo de impurezas, colaborando con la flora intestinal y depurando el sistema digestivo. Además la fibra ayuda a que el organismo realice una correcta absorción de sacáridos y grasas beneficiosas.

Ácidos grasos: los contenidos en los garbanzos son de tipo insaturado, es decir, aquellos que son sumamente beneficiosos para los vasos sanguíneos. Contiene lecitina, un fosfolípido muy saludable que mantiene limpias las arterias y reduce los niveles de colesterol y triglicéridos.

Vitaminas y Minerales: contienen cantidades nada despreciables de vitaminas (sobre todo del grupo B) y minerales y oligoelementos como calcio y hierro.

Vamos a la receta.

Ingredientes:
370 gr de garbanzos remojados durante una noche (crudos).
1 cebolla pequeña picada.
5 dientes de ajo.
1 cucharada de comino molido.
1 puñado de perejil picado fino.
½ cucharadita de bicarbonato sódico.
1 pizca de sal.
Pimienta.
Aceite de oliva para freír.

Elaboración:
Ponemos a remojo los garbanzos la noche anterior. Escurrimos bien los garbanzos y los trituramos en un procesador de alimentos, junto con la cebolla y el ajo. No los trituramos totalmente, los dejamos a la mitad del tamaño de un grano de pimienta más menos, ya que si nos excedemos picando quedará demasiado pastoso, homogéneo y además la cebolla producirá demasiada agua.

Pasamos a un bol los garbanzos, la cebolla y los ajos y añadimos las especias, las hierbas aromáticas, la sal y el bicarbonato, mezclamos bien y dejamos reposar unos 30 minutos. 
Pasado este tiempo formamos los falafels con la mezcla resultante, apretando bien con la palma de la mano para eliminar el exceso de agua que pueda contener, y las aplanamos ligeramente. Dejamos reposar en una bandeja durante 20 minutos.

 
Ponemos en una sartén honda aceite, el suficiente para cubrir el falafel por la mitad y freímos los falafels por tandas durante 2 o 3 minutos por cada lado o hasta que queden dorados. Los dejamos escurrir sobre un papel de cocina absorbente y listos para comer.
También podemos preparar la versión saludable, que es en lugar de freirlos en la sartén, hacerlos en el horno durante 30-40 minutos a 200ºC (el tiempo puede variar en función del horno y del grosor del falafel).
Tan solo queda disfrutar de este especiado bocado, están deliciosos.


"Cada mañana volvemos a nacer. Lo que hacemos hoy es lo que realmente importa"- Buda.



miércoles, 10 de febrero de 2016

Tarta de chocolate

Bueno, esta tarta está para chuparse los dedos, sin harina, sin azúcar, sin huevos .... si, si que es posible.

Sin más dilación pasamos a la receta, que en esta ocasión hicimos para el cumple de una amiga.

Ingredientes:

base:
3/4 de taza de avellanas tostadas
1/4 de taza de aceite de coco (derretido)
3 cucharadas soperas de melaza de arroz
una pizca de sal
1/2 taza de harina de avena
1 taza de copos de avena finos

relleno:
1 taza y 1/2 de anacardos crudos, remojados al menos 2 horas
2/3 de taza de melaza de arroz  
1/2 taza de aceite de coco (derretido)
1/3 de taza de cacao en polvo
1/3 de taza de virutas de chocolate puro derretido
2 cucharadas pequeñas de extracto de vainilla
una pizca de sal

Elaboración:

Base:
Precalentamos el horno a 170º, y colocamos en el molde elegido papel de hornear. Trituramos en el procesador de alimentos las avellanas hasta que queden totalmente en polvo. Añadimos el aceite de coco, la melaza de arroz, la sal y la harina de avena. Trituramos todo hasta que quede una mezcla homogénea. Añadimos los copos finos de avena y trituramos un poco más, pero sin pasarnos, que conserve la textura de los copos.
Poner la masa en el molde y presionar con las manos hacia los bordes. Hornear la base durante 10 minutos y dejar enfriar.

Relleno:
Escurrimos los anacardos y los trituramos completamente en el procesador de alimentos, a continuación añadimos la melaza de arroz, el aceite de coco, el cacao en polvo, las virutas de chocolate fundido, la vainilla y la sal. triturar hasta obtener una consistencia cremosa.
Verter la mezcla encima de la base de avena, decorar con lo que queramos y meter la tarta en el congelador un mínimo de 4 horas. Sacar del congelador y dejar que se atempere 10 minutos antes de servirla. Y a disfrutarla!!



"Si yo pudiera darte una cosa en la vida, me gustaría darte la capacidad de verte a ti mismo a través de mis ojos. Solo entonces te darás cuenta de lo especial que eres para mi"- Frida Kahlo.



lunes, 1 de febrero de 2016

Tarta avena y manzana

Aquí os dejamos una receta muy interesante por diversas razones. En primer lugar se trata de una receta variante elaborada a partir de un clásico dentro de la macrobiótica, el llamado “pan Ohsawa” (en honor a su creador y padre de lo que hoy conocemos como macrobiótica Georges Ohsawa), elaborado en esta ocasión sin harinas, azúcar, huevos ni aceites, ésta es su versión más dulce.

La podemos comer entre horas o incluso para desayunar y merendar, está deliciosa.


Ingredientes:
-2 vasos de copos de avena finos
-2 vasos de zumo de manzana
-1kg manzanas ralladas (por la parte gruesa del rallador)
-1/2 vaso de pasas
-canela en polvo (al gusto)
-ralladura de medio limón

Elaboración:

Mezclamos los copos con el zumo de manzana y las pasas y dejamos reposar durante 30 minutos (como mínimo). 
Una vez transcurrido este tiempo rallamos la manzana y la incorporamos a la mezcla junto con la canela y la ralladura de limón. 
En una bandeja de horno colocamos papel vegetal y extendemos la masa por encima, repartida uniformemente por toda la bandeja.
Metemos al horno previamente calentado a 180ºC y horneamos aproximadamente durante una hora. 

Estará lista cuando veamos que ha cogido consistencia para poderla cortar sin que se desparrame, quedando tostadita por fuera y muy tierna por dentro. 
Es una receta muy muy sencilla, y está de vicio, y ya véis los ingredientes que lleva, os animáis a probarla? buen provecho. 



"Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia"- Anatole France